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ANSIEDAD EN LA ATENCIÓN ODONTOLÓGICA


I.DESCRIPCIÓN

La ansiedad es un hecho frecuente en la atención dental que afecta a la población mundial. Su prevalencia se manifiesta de manera general en niños, adolescentes y adultos, siendo mayor en estos últimos y, más aún, en mujeres. Lo que hace suponer que a medida que el sujeto se expone a las diferentes situaciones estresantes durante su vida en el medio odontológico, la ansiedad puede aumentar.

En Chile, una investigación realizada en centros de atención primaria de la Región Metropolitana el año 2016, reveló altos niveles de ansiedad en personas adultas (entre 20 y 70 años) que acompañaban a los niños/as a la atención odontológica, comparado con países desarrollados, ya que un 37,9% de la muestra presentó ansiedad dental, en sus niveles moderado (16,1%), severo (13,2%) y fobia dental (8,6%).

II. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS

La ansiedad, al igual que todas las emociones, se expresa tanto a través de cambios fisiológicos como de respuestas motoras estereotipadas, sobre todo de los músculos faciales. Podemos encontrar, en diverso grado, los siguientes signos y síntomas de ansiedad: taquicardia, boca seca, malestar gástrico, alteraciones de la respiración (apnea, hiperventilación, disnea), aumento del estado de alerta, sudoración facial y de manos, movimientos corporales espontáneos, tensión muscular generalizada o localizada en hombros, piernas, pies y abdomen; sobresalto fácil, micción frecuente, diarrea, impaciencia y aprensión (expectativa de que algo malo va a suceder). Ocasionalmente algunos pacientes pueden llegar a presentar desmayos, los cuales constituyen las complicaciones más habituales en la consulta odontológica.

Los grados de ansiedad en la población varían como un continuo, que puede llegar hasta importantes niveles de descontrol que imposibilitan la atención del paciente. El miedo, a diferencia de la ansiedad, se puede entender como un sentimiento de inminente daño. Se manifiesta como un sentimiento vago de aprehensión o inquietud, pero puede alcanzar niveles extremos como terror o pánico. La fobia, en tanto, es una respuesta desproporcionada e irracional con un alto grado de evitación al estímulo que produce miedo, a tal punto que interfiere con la rutina normal de una persona. Representa un tipo severo de ansiedad caracterizado por una marcada y persistente preocupación en relación a situaciones/objetos claramente discernibles (ej.: inyecciones) o a situaciones odontológicas en general. Afortunadamente, la población que presenta los grados mayores de ansiedad disminuye exponencialmente.

La principal complicación de la ansiedad se da en casos invalidantes, en que el paciente no logra acceder a la atención odontológica. En estos casos existe mayor riesgo de deterioro progresivo del estado de salud bucal, mala higiene dental, caries, enfermedad periodontal, heridas en la boca y sensibilidad dental, dolor crónico, trastornos infecciosos o degenerativos de las estructuras vecinas, pudiendo afectar adversamente otros sistemas como el cardiovascular, respiratorio, así como también el aprendizaje.

III. MANEJO DE LA ANSIEDAD EN ODONTOLOGÍA

El odontólogo debe evaluar la intensidad de la ansiedad con el fin de planificar la mejor manera de enfrentarla. Existen diversas formas de manejo, según su nivel o severidad. En la mayoría de los casos será el propio odontólogo quien la maneje, pero en algunas oportunidades sus recursos serán insuficientes y deberá requerir la participación de otros profesionales, ya sea preparando psicológicamente al paciente para la atención, para administrar sedación, o inclusive administrar anestesia general. Esquemáticamente las técnicas disponibles para el manejo de la ansiedad, las podemos agrupar en: 1) Manejo no farmacológico y 2) Manejo Farmacológico.

1.MANEJO NO FARMACOLÓGICO DE LA ANSIEDAD

Algunas personas con niveles de ansiedad leve o moderada pueden ser manejadas de manera efectiva con buenas habilidades de comunicación, empatía, tratamiento cuidadoso y algunas técnicas básicas no farmacológicas, como la relajación o la distracción. Los individuos más temerosos pueden requerir más tiempo y múltiples técnicas de manejo de la ansiedad, antes de estar preparados para someterse a un tratamiento odontológico y/o regresar a sus controles. El éxito es alcanzable, pero requiere un mayor nivel de comprensión del fenómeno por parte de los odontólogos.

2. MANEJO FARMACOLÓGICO DE LA ANSIEDAD

La necesidad de tratamientos odontológicos y el alto nivel de daño bucal en el país exigen asumir responsabilidades, innovando y actualizando la utilización de recursos y herramientas avaladas internacionalmente, destinadas a mejorar la atención y el bienestar del paciente. El óxido nitroso mezclado con oxígeno, como agente único de sedación, se reconoce como una técnica muy segura. Este gas posee características muy favorables como rápida absorción y eliminación, efecto ansiolítico y analgésico, estabilidad respiratoria y cardiovascular, de olor dulzón y carencia de efecto irritante de la vía aérea, lo que lo hace muy tolerable a la inhalación

La sedación mínima con óxido nitroso es una técnica útil y eficaz, que cuenta con evidencia científica que respalda su uso. Un estudio observacional (472 pacientes) reportó la finalización exitosa del tratamiento odontológico en el 86,3% de los casos de sedación con óxido nitroso y sus autores concluyen que esta técnica puede considerarse segura, práctica y efectiva tanto para pacientes pediátricos muy jóvenes y temerosos con baja tolerancia al dolor como para pacientes en situación de discapacidad. Además, los autores sugieren que puede ser una buena alternativa para evitar la anestesia general. Por otro lado, estudios muestran que reiterados tratamientos odontológicos bajo sedación inhalatoria con óxido nitroso ayudan a reducir la ansiedad y mejorar la cooperación de los pacientes en visitas sucesivas, pudiendo lograr una atención efectiva en sesiones posteriores sin el uso del gas.

Los efectos adversos del óxido nitroso pueden ser consecuencia de su uso en altas concentraciones, además del riesgo de bajos niveles de oxígeno en la sangre. Algunos de los efectos indeseados más frecuentes son el vómito y/o cefalea; sin embargo, en ciertos pacientes puede experimentarse compromiso de conciencia mayor que el deseado, agitación y otros efectos indeseables tales como tinitus, mareos, náuseas e incoordinación mental y verbal. También existen reportes que han descrito posibles efectos euforogénicos y la aparición de fantasías sexuales como efecto del óxido nitroso, sin embargo, no hay evidencia que lo compruebe ni lo descarte.

En LASAN, ya puedes atenderte sin miedo y con la mayor seguridad, pues nuestros profesionales están capacitados en el uso de sedación inhalatoria con óxido nitroso. ¡Visítanos ya!

Norma Control de la Ansiedad en la Atención Odontológica (2021), páginas 11-41, Ministerio de Salud, Chile.

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